sábado, 11 de enero de 2020

#Je Suis Charlie - A Cinco Años de la Masacre

por Mukalimba Kakaroli



A cinco años de la cruel e injusta masacre, el mundo no debe olvidar jamás a los mártires franceses que fueron víctimas el 7 de enero de 2015 del terrorismo religioso más rastrero y repugnante.

El atentado contra Charlie Hebdo, semanario satírico francés, fue un tiroteo llevado a cabo en la ciudad de París el 7 de enero de 2015, cuando dos hombres enmascarados y armados con fusiles de asalto y otras armas entraron en las oficinas de dicho semanario. Estos dispararon hasta 50 tiros, matando a 12 personas e hiriendo a otros 11 al grito de «Al·lahu-àkbar» (‘Alá es [el] más grande’) durante el ataque. También mataron a un oficial de la Policía Nacional de Francia poco después. Los asaltantes se identificaron como pertenecientes a Al-Qaeda en la Península arábiga (la rama de Al Qaeda en Yemen), que asumió la responsabilidad por el ataque. Otras cinco personas murieron y once resultaron heridas en tiroteos relacionados posteriormente en la región de la Isla de Francia.



Charlie Hebdo (pronunciado con una fonética similar el español a Shaglí Ebdó) es un semanario satírico francés de izquierdas fundado en 1992, que tomó su nombre de una publicación satírica que existió entre 1969 y 1981 (primero como Hara-kiri y Hara-kiri hebdo). Según Charb, director de la publicación hasta 2015, su redacción refleja a «todos los componentes de la izquierda plural, incluso de los abstencionistas». Con sus publicaciones consiguió la indignación de musulmanes, judíos y cristianos casi por igual.

Su labor fue motivo de juicios, debates por la libertad de expresión, acusaciones de provocaciones a facciones religiosas y atentados; uno de ellos con cócteles Molotov en 2011.



El más grave fue el 7 de enero de 2015, en su sede parisina, en que dos encapuchados asesinaron a doce personas.
Luego de que la revista satírica francesa Charlie Hebdo hiciera un chiste blasfemo parodiando al profeta musulmán Mohamed, un grupo terrorista islámico atacó el edificio de las oficinas de esta revista, desatando un tiroteo a sangre fría que acabó con doce muertos y once heridos de gravedad, dentro de los que se encontraban varios de los dibujantes, escritores y editores de la revista.
Entre los fallecidos se encuentran los dibujantes Charb, Cabu, Wolinski y Tignous; además de dos agentes de policía.
El 11 de enero, unas 2 000 000 de personas, entre ellas más de 40 líderes mundiales, participaron en París en una marcha de unidad nacional, y 3 700 000 de personas se sumaron a las manifestaciones celebradas en toda Francia. La frase Je suis Charlie («Yo soy Charlie» en francés) fue un lema común de apoyo a las manifestaciones y en los medios sociales.

Dos fanáticos extremistas observando un pincel común y preguntándose "¿Qué es esa pequeña arma que les hiere tanto?"



El arte y el humor estuvieron de luto los días siguientes. Porque la religión atacó con balas y con violencia a un grupo de civiles desarmados y desprotegidos, cuya única arma era un lápiz, cuyas municiones eran ideas, y cuyo único delito fue el humor, tratar de hacer reír a la gente, quejándose de una cultura violenta, retrógrada, machista y bélica.

Durante los días siguientes, miles de artistas de todo tipo alrededor de todo el mundo se sumaron a la protesta contra el ataque terrorista a las oficinas de Charlie Hebdo, utilizando el hashtag #JeSuisCharlie (Yo Soy Charlie).



Artistas de todo tipo y de todo el mundo, desde los independientes hasta los miembros de grandes empresas internacionales mainstream se unieron a la movida en redes sociales y medios de comunicación convencionales para declararse en solidaridad con las víctimas del atentado, además de mostrar su postura en contra del terrorismo religioso y a favor de la libertad de expresión en el arte y en la comedia. Acá abajo vemos el ejemplo de una pequeña ilustración apoyando la causa, hecha por parte del equipo encargado de hacer la serie estadounidense (e igualmente satírica y crítica social) Los Simpson



No solamente artistas relacionados con el dibujo, las historietas y el humor se unieron a esta protesta masiva. También artistas de otras ramas, como músicos y actores. Acá dejo un ejemplo de una canción que compuso este músico francés, inspirado en el lamentable suceso.


Y no solamente dibujantes, comediantes, músicos y actores. Gente de diferentes ámbitos, como deportistas, políticos, modelos, científicos, periodistas y un sinfin de gente se sumó a las declaraciones masivas en contra del terrorismo religioso, en solidaridad con la comunidad artística.






Antes de los atentados, Charlie Hebdo se hallaba en dificultades financieras y su impresión era de 60 000 ejemplares semanales, pero en su número siguiente al atentado, que llevaba en su portada una caricatura de Mahoma con una lágrima y la leyenda "Todo está perdonado" superó los siete millones de ejemplares impresos.


El arte, el humor y la crítica social, utilizando el arma de destrucción antifascista masiva que es sin duda la libertad de expresión, siempre han sido la piedra en el zapato de la religión y de las doctrinas autoritarias.
Hay muchas maneras de ser revolucionario y de luchar contra el sistema y el fascismo. A veces es con piedras, balas y cócteles molotov, otras veces es con la palabra, con chistes y con un lápiz.

Hoy y siempre debemos recordar que todo el mundo tiene la oportunidad de luchar desde su lugar, con lo que tenga a mano, y no olvidar jamás que todos podemos ser Charlie.



JE SUIS CHARLIE.
Et toi?



No hay comentarios:

Publicar un comentario