sábado, 27 de julio de 2019

Hablemos de Cine: La Chispa de la Vida [Crítica - Recomendación]

El cine no es solamente Hollywood. Se hace cine en todo el mundo, en muchos países, y no solamente cine independiente, fuera de Estados Unidos se hace muy buen cine, también mainstream.
Pero, ya sea mainstream o independiente, hay muy buenas películas provenientes de Argentina, México, España, Italia, Irlanda, Francia, Corea del Sur, Grecia, Alemania, Japón, Brasil, etc.

Los españoles siempre tuvieron buen cine (y malo también, ojo), pero es cierto que casi siempre se catalogó a las películas españolas como cine independiente... O como películas experimentales, pertenecientes a corrientes "anticomerciales", como el surrealismo, o el dadaísmo... Un ejemplo de este estilo de cine independiente experimental, que se hizo famoso y de culto con el pasar de las décadas, son las películas de Luis Buñuel, siendo la más conocida "Un Perro Andaluz".

Pero, con los nuevos directores de fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI, el cine español se ha profesionalizado, se hacen producciones con mayor inversión y una visión más mainstream, más hollywoodense. Un director pionero en el cine español de esta época es el genio de Álex de la Iglesia. Y hoy voy a exponer aquí mi opinión sobre una de sus películas.

Título: La Chispa de la Vida.
Año: 2011
País: España.
Dirigida por: Álex de la Iglesia.
Productora: Trivisión.
Protagonizan: José Mota, Salma Hayek, Fernando Tejero, Manuel Tallafé, Juan Luis Galiardo, Blanca Portillo, entre otros.



Desde hace un tiempo vengo comentando y debatiendo con mis dos amigos más cinéfilos, Zero y Joaco, que el cine español últimamente brilla por sus buenos títulos, además de que he mencionado varias veces que me gustan mucho las películas dirigidas por Álex de la Iglesia, un director que ya me tiene acostumbrado a la idea de que suele hacer muy buenas películas.  Historias originales, con toques de humor negro, que comienzan como algo cotidiano y se convierten en situaciones de lo más bizarras, y siempre plantando su personal mirada hacia ciertos hechos que vemos y vivimos en el día a día, dejando una marcada crítica social para dejar reflexionando a los espectadores.


En esta ocasión tuve el placer de ver "La Chispa de la Vida", un film del año 2011 que cuenta la vida de un parado (desempleado, según la jerga española) que busca trabajo sin descansar, rebotando de entrevista en entrevista, siendo rechazado constantemente, hasta que decide cambiar drásticamente su rutina, y termina siendo víctima de un extraño accidente.


Víctima de la ira, la desesperación, la impotencia y el resentimiento ante lo injusta que ve la vida, el personaje de José Mota, llamado Roberto, no es consciente de dónde se ha metido hasta que cae desde un andamio de un lugar en reconstrucción, varios metros hacia un peligroso suelo lleno de varas de hierro que sobresalen de este, apuntando amenazantes hacia arriba.

Afortunadamente este sujeto sobrevive, pero cuando intentan ayudarlo a que se levante, descubren que tiene una de esas varilla de metal clavada en el cráneo, por detrás. 


Mientras tratan de rescatarlo de su delicada situación, al caer en una zona en construcción de un museo próximo a ser inaugurado, los principales medios de todo el país siguen minuto a minuto su inexplicable (pero morbosa) posición tras el accidente, mientras el director de la película se encarga de explorar la psicología de una persona que se encuentra en el peor momento de su vida, y la desesperación por cambiar su mala suerte cueste lo que cueste.


No tardan en llegarle a él y a su esposa, atractivas propuestas económicas relacionadas con el minuto a minuto de la transmisión de su rescate a través de los principales medios de comunicación, mientras el alcalde de la ciudad se ve venir encima el escándalo que le espera, por ser ante la ley el responsable de aquel accidente. Entremezclando con la trama principal, notorias críticas hacia la doble moral de los políticos, su falta de interés real por el bienestar de los ciudadanos, el morbo de las masas, la falta de ética del periodismo, y el fenómeno de los "cinco minutos de fama".


Muy interesante historia, que mezcla con naturalidad y astucia el típico humor negro del señor Álex de la Iglesia, con cuestionamientos existenciales profundos e incógnitas sobre la dignidad propia, la ajena, el sentido de la vida y de la muerte, el morbo de la sociedad, cuánto vale la vida del prójimo y qué somos capaces de hacer en momentos límite. 


Las actuaciones están impecables, los diálogos excelentes, como me tiene acostumbrado ya este gran director, la fotografía que maneja este film es increíble a pesar de tener un escenario tan reducido y simple, donde ocurre la mayor parte de la trama. Y el final es realmente para ponerse de pie y aplaudir, o para quedarse meditando en silencio sobre todo lo que se vio en el film (lo que hice yo).

La recomiendo mucho, no te vas a arrepentir.
Y te dejo el trailer, que también es genial y adelanta bastante de la atmósfera que maneja la película en general.



¿Te gusta el cine español? ¿Conocías ya a Álex de la Iglesia? Me gustaría leer tus comentarios acá abajo, y yo me despido.
¡Hasta luego!

The Great Piccolo

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