lunes, 19 de agosto de 2019

Hablemos de Cine: Aterrados [Crítica - Recomendación]

 Como ya dije muchas veces, y quien me conoce en persona lo sabe muy bien, en general no me gustan mucho, o mejor dicho, no me interesan mucho las películas de terror que contienen elementos paranormales, demoníacos o fantasmagóricos. Suelo preferir terror con tintes de ciencia ficción, historias de asesinos o psicópatas, o terror espacial, por citar algunos ejemplos. Sin embargo, hay veces que la película está tan bien hecha, que me atrapa aunque se trate de situaciones paranormales o fantasiosas.

Título: Aterrados.
En inglés le pusieron Terrified.
Año: 2018.
País: Argentina.
Dirigida por: Demian Rugna.
Género: Terror, misterio.
Productoras: Machaco Films, INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales).
Protagonizan: Maximiliano Ghione, Norberto Gonzalo, Elvira Onetto, George L. Lewis y Julieta Vallina.


Ese es el caso de Aterrados, que la encontré ayer en Netflix y me enganché a verla. Se trata de una película argentina, razón por la que me llamó más aún la atención, ya que últimamente los directores latinoamericanos están haciendo buenas películas de terror. Ejemplos de lo que digo son Andy Muschietti (argentino), Fede Álvarez (uruguayo) o la eminencia del género, Guillermo "Memo" del Toro (mexicano). 


Más allá de su trama, que cuenta una serie de sucesos extraños e inexplicables que se dan lugar en tres casas que se encuentran en un mismo barrio de los suburbios, la estética y la narrativa de la película son muy atractivas y están muy bien logradas. Ya sé que es absurda la tentativa de comparación, pero lejos de verse como una película independiente, se ve casi como una producción mainstream hollywoodense



Las actuaciones están impecables, y si bien los efectos especiales (mezcla de prácticos con CGI, mucho más de lo primero que de lo segundo) no son la gran cosa, se complementan de forma excelente con una muy buena dirección en cuanto a tomas, secuencias y una edición que ayuda a que se genere el clima especial para poner a espectadores atornillados al asiento y con los pelos de punta.

Aviso, aunque no abusa de forma alevosa de este recurso, la película se vale varias veces del típico recurso del jumpscare. Pero repito, no abusa de ello, sino que lo utiliza de forma bastante inteligente.


Tengo que reconocer que, en ciertos momentos puntuales, y también en general, me recordó al estilo de las películas de Sam Raimi, como por ejemplo Drag Me to Hell, que rozan lo estrafalario y bizarro, pero de una forma desconcertante y perturbadora. Es decir, una situación o secuencia que en otra película podría incluso generar risa, pero que está tan bien acoplada al ambiente de tensión de la película que termina siendo tan desconcertante que genera miedo. O al menos el susto instantáneo, un susto mezclado con extrañeza


Hay que decir también que contiene bastante gore e imágenes fuertes, y que recurre también a lo repugnante, escatológico y mórbido en diferentes momentos. La violencia explícita e incluso una escena de suicidio podrían incomodar a más de un espectador, por lo que se recomienda adoptar una postura de discreción ante esta obra. O directamente no la recomiendo para gente sensible con respecto a estos temas relacionados con el suicidio o la muerte infantil.


Aún así, y más allá de las escenas fuertes que pueda llegar a tener, se aprecia como una obra de arte en su totalidad. Una idea bien elaborada, una narrativa inusual para este tipo de películas (más similar a la narrativa en una historia policial o en un thriller psicológico), una excelente dirección, muy buenas actuaciones, efectos especiales bastante decentes (mucho más los prácticos, no tanto el CGI), excelente edición, y una ambientación que ayuda muchísimo. Sin dudas, incluso a mí me sorprendió que me haya gustado una película de este estilo, pero después me puse a investigar y la crítica especializada le dedicó en general muy buenas críticas. 


Debo confesar también, que por momentos, incluso a mí me mantuvo un poco inquieto, y que más de una vez salté de la silla, jajaja. Obviamente que la mejor manera de disfrutar esta experiencia es estando en casa solo y con todas las luces apagadas, como hice yo. Si vas a verla, te recomiendo lo mismo. Ya sé que esto es algo que hay que hacer para todas las películas de terror, pero te aseguro que con esta, después de verla, vas a prender las luces y empezar a revisar toda la casa.

Realmente la recomiendo, es una experiencia que vale la pena.


Dejo por acá, como siempre, el avance de la película. Me gusta porque no adelanta casi nada y no muestra nada que pueda arruinar la experiencia, pero deja las ganas de querer verla.


¿La viste? ¿Te gusta el cine de terror? ¿Te gustan los directores latinoamericanos? Me gustaría también que me recomienden títulos similares, y por el momento me despido ¡Hasta luego!

The Great Piccolo.

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